Otra raya al IFE
Otra raya al IFE
Francisco Javier Chaín Revuelta
La capacidad de abstraer es característica que diferencia al animal humano de las demás bestias. Entre los primeros hombres que abstrajeron la realidad a números estuvieron los antiguos caldeos y fenicios que habitaron Beirut y Damasco, en la zona donde hoy mismo los salvajes terroristas gringos e israelitas continúan asesinando al pueblo palestino. Sin números no habría democracia, porque para saber quien tiene mayoría es necesario hacer cuentas, y para hacer cuentas hay que saber contar y para contar se necesitan números. Contar es una de las primeras enseñanzas que trasmiten los mayores a los pequeños, porque reconocen su importancia para la vida económica. La enseñanza siempre ha buscado los métodos que resulten más fáciles y eficientes de aplicar a los neófitos. Una memorable mañana universitaria Ivan Ilich presumió su abandono del problema educativo a cambio de investigar como eran los libros del siglo XI. Contó que en aquella época eran manuscritos y todo un libro constaba de una sola palabra, es decir, no se usaba la separación de las palabras, ni las comas, ni los puntos, ni los acentos; nada de signos que no fueran los del alfabeto mismo.
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La capacidad de abstraer es característica que diferencia al animal humano de las demás bestias. Entre los primeros hombres que abstrajeron la realidad a números estuvieron los antiguos caldeos y fenicios que habitaron Beirut y Damasco, en la zona donde hoy mismo los salvajes terroristas gringos e israelitas continúan asesinando al pueblo palestino. Sin números no habría democracia, porque para saber quien tiene mayoría es necesario hacer cuentas, y para hacer cuentas hay que saber contar y para contar se necesitan números. Contar es una de las primeras enseñanzas que trasmiten los mayores a los pequeños, porque reconocen su importancia para la vida económica. La enseñanza siempre ha buscado los métodos que resulten más fáciles y eficientes de aplicar a los neófitos. Una memorable mañana universitaria Ivan Ilich presumió su abandono del problema educativo a cambio de investigar como eran los libros del siglo XI. Contó que en aquella época eran manuscritos y todo un libro constaba de una sola palabra, es decir, no se usaba la separación de las palabras, ni las comas, ni los puntos, ni los acentos; nada de signos que no fueran los del alfabeto mismo.
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Los monjes por tanto tenían dificultades para enseñar a leer y escribir a otras personas. Por eso uno de ellos –cuenta Ilich- desarrolló una nueva forma de enseñar que tituló “Método para enseñar a leer y escribir hasta a los idiotas” y que consistía en el invento de separar lo que llamó “palabras” para facilitar la lectura. A partir de aquel tiempo fue que los libros se escriben con “palabras” separadas. Con el tiempo, se fueron agregando las comas, los dos puntos, las comillas, y otras “chulerías” como prólogos, epílogos, índices, códigos de barras y etcéteras. Con los números, con las cuentas .-supongo- pasaría algo similar, ya que para facilitar en las escuelas, siguen engañando a las niñas y niños con el cuento de que las operaciones aritméticas son cuatro: Sumar, restar, multiplicar y dividir. Cuando todos sabemos que sólo existe una sola operación que es la suma, ya que la resta es sólo su contrario, la multiplicación es su abreviación y la división es lo contrario de tal abreviación.
La tarde de julio/11 el IFE “quenosabesumar” aun no colocaba en la red el conteo de actas efectuado en julio/6, pero amaneciendo julio/12 por fin las mostró. Revisando totales presidenciales de Veracruz encontramos que el porcentaje de participación ciudadana estaba equivocado (Diario El Mundo, Julio/15, página 4, “De nuevo el IFE no sabe Contar”) y demostramos que tal participación no podía ser de 58.55% y que en todo caso, si las cifras eran correctas debería resultar de 60.35% El caso es que este julio/17 volvimos a revisar la página-IFE, y con sorpresa encontramos que ya borraron el 58.55% y pusieron el 60.35% que si corresponde. Es decir, el IFE puede otra vez sospechosamente –otra raya al tigre- entrar y salir cuando se le pega la gana a las cifras y modificarlas a su antojo. Creemos correcto que los calificadísimos honorables “científicos” del IFE, doctorados en porcentajes, no deben meter sus manos sucias sino dar fé de erratas, porque ahora, por modificar cifras, son viles mapaches. Ahora debemos pedirle al IFE indique cuando dejará de meter sus mañotas para que los ciudadanos conozcan de una buena vez cuales cifras y porcentajes serán los definitivos para ellos. fjchain@hotmail.com